Un cineasta visita un edificio de varias plantas y, mientras sube por cada piso, vive diferentes versiones de su vida, explorando relaciones, arte y el paso del tiempo.
Una historia de conexión inesperada en el corazón de la ciudad. En un rascacielos futurista, un limpiador de ventanas y una ejecutiva establecen una relación silenciosa a través de miradas que se repiten cada día. Lo que empieza como curiosidad se transforma en una conexión emocional que desafía la distancia física y las barreras sociales. Con imágenes que transmiten vértigo y planos íntimos que muestran la vida cotidiana de ambos, la película explora la soledad urbana y la necesidad de contacto humano. Es un relato minimalista y poético donde, entre cristal y cielo, surge la posibilidad de encontrar calor en medio del frío de la gran ciudad.